Sí, así sin diéresis ni na, que está en italiano. Escribo para enlazar un jueguecito, que supongo que ya es viejo y simplón, pero que retrata perfectamente mi estado de ánimo y lo que me habría gustado hacer cuando intenté que funcionara el puto Kubuntu en mi Vaio recién comprao sin conseguirlo, con mi consecuente abandono de tan ingrata empresa y la posterior crisis familiar.
Tiene muchas versiones: La primera, la segunda, y la tercera. Aquí podéis ver más.
Ya, ya sé que no es políticamente correcto hablar mal del Linux, pero como soy una ignorante, y además de letras puras, me lo puedo permitir. Además, soy una pija por comprarme un Vaio y me merezco todo lo que me pase.
Este mensajito se lo dedico a mi churri, qué le voy a hacer :-*